Contra todo pronóstico, The Crash, una agrupación de “dream matches” que le encanta cruzar luchadores de muchos lugares para hacer luchas tipo PWG, nos dio esta rivalidad entre el mejor técnico y el mejor striker de México. Sólo podría comparar esto a Daniel Bryan vs AJ Styles y creo que me gustó un poco más esta. La lucha es una clínica que se va de a poco volviendo más y más ruda, pero nunca dejando de lado el buen wrestling. Tuvimos un buen comienzo con un Daga muy técnico, sin atreverse mucho a dar patadas por temor a que Hechicero le agarre una extremidad y lo rinda, Hechicero, de hecho, toma la ventaja en casi todas las secuencias de rendición, de una u otra forma siempre termina ganándole la posición. Daga de todas formas logra su cometido, cansa a Hechicero, y éste de a poco tiene que ir a las cuerdas, finalmente llevando la lucha al ringside donde proliferan los golpes y los ataques aéreos y de la nada esta lucha se vuelve iracunda, y Hechicero demuestra que también puede ser un buen brawler. Ambos se aburren de la amabilidad y se desafían constantemente a unos duelos de golpes que perfectamente podrían estar dándose en el G1 Climax, y empiezan a buscar la victoria en unas secuencias enfermizas, que pasan de llave a cobertura a golpes o movidas brígidas, todo muy fluído y con un nivel de tensión enorme que en cualquier momento uno revierte y gana pese a estar siendo vapuleado. Hay una secuencia de otro planeta en que Daga hace un Code Red, Hechicero intenta sacarse la cobertura con una casita y luego Daga le da una rendición. Podría describir fácil unos 5 o 6 momentos así, que de hecho culminan con Daga lanzándose en codazo para ser recibido con un Armbar que luego Hechicero lo gira y le suma una cruceta a las piernas que es como para aplaudir de pie, y de hecho el público lo hace y arrojan dinero al ring para cerrar una de las mejores luchas del año. MOTYC seguro.
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