Esto es NOAH de vuelta. Lucha virtualmente perfecta de principio a fin, con un ritmo pausado y calculador de ambos pero a la vez con muchos momentos de alto impacto, sobre todo con movidas al borde o fuera del ring, todo lo cuál era el sello de la antigua NOAH. Los dos optaron por intentan noquear al otro a golpes, Kenoh se ve en desventaja en ese terreno, pero no se rindió nunca hasta el final lo que lo llevó a la derrota. Antes de esta lucha era fácil decir que Kenoh era uno de los luchadores que pega más fuerte en el mundo, pero acá Sugiura llega a niveles escalofriantes, de hecho el par de cabezazos que se pegan me hicieron hasta sentir incómodo disfrutando esto, pero joder, las patadas de Kenoh y los golpes de Sugiura podrían matar a un elefante, esto llegó a niveles Low Ki vs Samoa Joe, y eso que no estoy considerando el Doble Footstomp hacia afuera, las Angle Slam botando al pobre Kenoh de cabeza a la lona, y varios momentos más que fueron violentísimos y que sería difícil enumerar por completo. Todo a un ritmo realista respecto al nivel de daño que se hacían, con ambos vendiendo excelente el dolor de principio a fin, lo que me emocionaba cada vez que se paraban a duras penas como si fueran dos personajes de animé que vuelven a levantarse a finalizar una batalla que ya ha destruido tres ciudades. Sugiura se niega a morir, está más presente que nunca, y no importa la juventud de Kenoh, Edwards o Nakajima, Sugiura es tres veces campeón, el único en la historia de la compañía, y es quien debió y debe ser el protagonista indiscutido de la resurrección de NOAH. Espectacular combate, de lo más violento del año.
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