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Se vuelven a cruzar estos dos, y el resultado es soberbio. Esta es una lucha increíble, de esas que te llevan por caminos inesperados y te mantienen al filo de la butaca porque no sabes que esperar, de hecho no sé si debería describirla mucho porque no quiero arruinarle la emoción a quien la vaya a ver. A grandes rasgos puedo decir que la lucha tiene un llaveo 10/10 como uno esperaría de ambos, comenzando con un tono más de exhibición y poniéndose cada vez más rudo hasta irse a los golpes y subir la apuesta más y más y llegar a niveles de desquiciamiento y desprendimiento absoluto de la vida pero sin perder nunca el foco en que esto parezca una pelea, hay momentos violentos y momentos desde el poste, pero a todos se llega con una naturalidad tremenda, es increíble todo lo que hicieron y al mismo tiempo lo orgánico que se sintió todo. A todo esto hay que sumarle el ambiente de camaradería, humor y amistad que hay en RIOT, de verdad me sentía viendo y comentando una lucha en vivo con mis amigos y quedando cada vez más impresionados, las reacciones de este tipo de relatos se sienten mil veces más naturales que otros relatores muy formales y con frases hechas, lo mismo se puede decir del público que tiene como único objetivo pasarlo bien y terminan locos por la épica que construyeron estos dos. Hasta el rol del árbitro aquí está muy bien integrado al combate. Esto es lucha.
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