Clásico de todos los tiempos de la lucha de comedia. Amo las luchas de humor, pero a la vez siento que hay muy poca gente que es capaz de dominar este arte, y estos dos lo lograron. Por si alguien está confundido leyendo esto, son dos luchadores invisibles. Sí, no se ven, no hay nadie. Pero calma, porque el árbitro, Bryce Remsburg, tiene unos lentes especiales que le permite verlos. La lucha es jodidamente increíble y Bryce debería ser el próximo Marcel Marceau. Se puede seguir perfectamente las tomas de árbitro, los conflictos en las cuerdas, las trampas, incluso llaves de rendición y por supuestos los conteos de dos, todo se puede imaginar muy fácilmente gracias al trabajo de Bryce. La lucha se descontrola en varios momentos y pasan de una lucha dura dentro del ring a la violencia y el caos, hay un Moonsault desde el segundo piso, Invisible Stan ataca a Bryce, interviene Kikutaro, hay una serie de caídas falsas, movidas desde el poste, y finalmente Stan gana rompiendo la mesa con una lanza. Lucha con una historia muy era attitude clásica, muy bien ejecutada y con elementos más modernos como todo lo stiff que requiere la lucha actual. Además, la gente estuvo muy involucrada odiando a Stan y apoyando a Man, quizá sólo podría quejarme de que Invisible Man no vendió mucho el superplex y se levantó de inmediato a ejecutar la lanza contra la mesa, pero fue un buen momento de clímax para un final que la gente gritó con todo. Gran lucha.
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