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Esta es la lucha con más “big match feel” que vi en el año, y quizá en los últimos años para que no me digan que fue un año casi sin público. Desde que se anunciaron los participantes al comienzo del show, Moxley entró como si fuera dios en la tierra. Me acuerdo que una vez vino Maradona y jugó por la UC (¿Cómo pasó eso?), y cada vez que la tocaba la gente gritaba como loca, de verdad era ver a un super superior que tenía a todo el mundo en el bolsillo. Así sentí a Moxley en este show, entró caminando con las manos en los bolsillos y el lugar se quería venir abajo, y ese sentimiento se trasladó a esta lucha. Hace tiempo no veía una lucha en que cada movida se sintiera más grande que la vida misma. El combate es genial, como buen shoot style, es todo muy al ras de la lona, con excelente llaveo, y Moxley desde el comienzo buscó llevar la lucha al ringside, aprovechando la falta de cuerdas. Finalmente, logró empujar a Dickinson al poste, y botarlo bajo el ring y la lucha pasó a esa tónica, con Dickinson dando muy buenas llaves y Moxley finalmente saliendo a golpes y botando a Dickinson. Finalmente, Chris entra en el terreno y tenemos duelos de golpes que podrían partir la tierra, a Moxley buscando movidas de lucha libre, y a Dickinson respondiendo con las propias, y el lugar quiere explotar en cada suplex. Muchas caídas de cabeza, antebrazos, golpes, Dickinson se estrella ante una pared de golpes y rodillazos muy poco ortodoxa y tenemos un duelo en que busca la rendición por todos lados mientras que Moxley logra conectar el DDT, y ahorca a Dickisnon de forma brutal, hace un puente que se siente asfixiante cuando el árbitro debe detener la lucha. Esto fue todo, el ambiente era épico, la lucha se sintió para cualquiera en cada segundo, cada movida fue importante, esto es lucha libre.
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