Amé esta lucha. Tiene harto componente del contexto que la hace mejor aún o más importante para mí. Ciampa es un loco que nunca me ha gustado mucho pero me cae bien, me gustaba su estilo aunque nunca le vi una gran lucha hasta que llegó el feudo con Gargano y de ahí en adelante como que se convirtió en un “luchador de luchas épicas” y murió la flor. Acá Thatcher sacó al mejor Ciampa de la historia. Acá no hay kick outs por doquier, trampas y reversal del reversal del reversal. Esto es lucha libre, son dos tipos buscando como rayos dañar al otro y evitar ser dañados. Por la cresta que me encanta Thatcher por esto, sé que hay luchadores que a veces critico por no salir de su zona de confort, pero en el caso de Thatcher tiene un estilo tan único que es todo un espectáculo ver como lleva a distintos oponentes a su terreno y ver como lucen o que hacen para variar su arsenal. Ver a Ciampa luchando por la postura de ventaja, esquivando llaves, buscando formas de ir a las cuerdas e intentando meter golpes al ras de la lona fue una experiencia, nunca había estado tan involucrado en una lucha de Ciampa. Me encantó que Ciampa intentó castigar el cuello o la pierna de Thatcher, pero la experiencia del rival en este terreno siempre acabó superándolo hasta que se decidió a meter golpes. La secuencia de varios lazos y el Superplex se sintió algo extraña en este contexto, pero creo que de a poco Thatcher está buscando como ir integrando cosas de luchas normales de WWE en estos combates y en verdad acá integraron muchas bien como para quejarme. Ciampa desaforado golpeando a Thatcher es un momento épico, me encantaron los close up a la oreja sangrante de Thatcher, loco, es como si Thatcher fuera un universo aparte en WWE, es el único luchador que he visto mantener su estilo sin cambiar un ápice su arsenal, y ahora hasta la sangre fue parte de la historia de la lucha. Todas las secuencias de rendiciones, golpes son espectaculares, hasta que Ciampa aprovecha una secuencia cerca de las cuerdas para hacer el mejor DDT que le he visto en su carrera, enterró de cabeza a Thatcher, y como esto es lucha libre, es un castigo inapelable que genera una cuenta de 3. De mis luchas favoritas del año, una clínica más de Thatcher pero con toques de lucha libre y violencia de parte de Ciampa que la hicieron sentir especial.
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