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Esta lucha empieza con un tope suicida de Mr. Potro hacia afuera del ring, y luego tenemos 10 minutos de sillazos y puñetazos entre el público y golpes con objetos dentro del ring, donde la única maniobra es un Superplex que acaba con un conteo doble. Esto es todo lo que pido de una lucha callejera de odio que me deja entusiasmado para el duelo de máscaras, pura diversión sin un segundo de paz.
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