Increíble lucha. Lejos la lucha que más me recordó a los primeros días de Sami y Owens en indies pequeñas, y notablemente en CZW, donde tenían unas brawls caóticas, graciosas y con alta interacción con el público en contraste al deathmatch más serio que se hacía. Esta lucha fue un sueño hecho realidad de ver algo así en un escenario grande, creo que no veía una brawl caótica así en WWE desde que se acabó el Shield. Tuvo demasiados elementos que se conjugaron bien, homenaje a Terry Funk, con sangre a montones incluída, la brawl entre el público, saltos de muy alto para los viudos de la Attitude, el momento humorístico de la pelea de hockey que no rompió en nada la violencia de la lucha, y un final frenético, emocionante, con intervenciones precisas, la estupidez de Dominick y la brutalidad de Rhea. Esto es lucha, cierra un reinado excelente de forma brillante, dando la sensación que era imposible ganar y hubo que darlo todo. De pasada encontré genial que ante el miedo de una lucha tipo CAN THEY COEXIST ocurrió todo lo opuesto y el grupo se vio más cohesionado que nunca.
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