Muy buena lucha, Garrini intenta usar su llaveo contra el tanque que es Tucker, hasta que eventualmente lo estrella contra las mesas/puertas que hay alrededor del ring, y Garrini finalmente se rinde a entrar en el mundo de los tubos fluorescentes con tal de debilitarlo y poder empezarle a hacer grapples que se sienten como lo más brígido del universo dada la diferencia de peso y que ya se han destruído tubos y mesas en la espalda ambos. Es un genial cruce de estilos que converge a un deathmatch muy realista, el Piledriver final es brutal.
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