Lucha demencialmente buena para ser un opener de RAW que tenía toda la pinta de ser una transición al siguiente feudo de ambos, o al olvido de uno de los dos hasta nuevo aviso, mientras el otro arma una historia de cara al Royal Rumble. Pero nada de eso ocurrió, sino que tuvieron una de las mejores luchas de TV del año, que fue un traspaso perfecto de las motivaciones de ambos al ring, un Drew enojado que sólo quiere dañar a alguien, siendo particularmente rudo, usando postes, el ringside, golpes directos, y un Sami que quiere campeón mundial algún día y tiene que demostrar que se la puede con los estelaristas, y por ende resiste todo lo que le tiran, sufre y vuelve a levantarse como si fuera un evento estelar de un PPV, lo que enoja más a Drew y continúa este circulo virtuoso del combate. El final con la lesión de Sami es excelente, he visto muchos finales de lesiones este año, la mayoría anticlimáticos, y me parece comprensible, mal que mal una lesión por definición es anticlimática, pero acá Sami te hace creer que puede ganar lesionado, te ilusiona con el final épico, hasta que Drew va y le remata la pierna, en una actitud sumamente odiable. Increíble como un pequeño detalle hace que un final que podría ser mata pasiones, termine ayudando a ambos. Excelente lucha.
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