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Esto fue todo lo que tenía que ser. Suzuki sin piedad golpeando a Goto como si le hubiese cambiado la contraseña del mail, y Goto vendiendo como si su vida estuviese en peligro. El recurso de “el luchador está lesionado de verdad” si bien se ha usado varias veces, creo que son muy pocos los luchadores que lo pueden hacer de forma creíble, aquí fue brutal. Es que si alguien te puedes creer que se le puede ir la mano es Suzuki por la impronta que tiene de un loco que va y destruye todo y no le importa nadie, desde que golpea al staff y amenaza al público, y acá las dormilonas y los golpes contra Goto se veían legítimamente peligrosos. La dropkick que le hizo a Goto es de lo más conchesumadre que he visto en un ring. El comeback de Goto es brillante y Suzuki fue tan maldito que hasta sus secuaces intentaron intervenir pese a que prometió no hacerlo, y que podía significar la derrota. Goto recuperándose cuál capítulo de animé y despachando a todos fue notable, y atacan a Suzuki con sus quebradoras sin importarle lesionarse la rodilla. El cuello de Suzuki debe ser de titanio para que haya sobrevivido a esa quebradora desde el poste. Suzuki intenta regresar dándole a Goto la serie de golpes más conchesumadre de la noche, pero Goto vuelve con la última quebradora para acabar definitivamente con Suzuki. Esto fue Strong Style con todo lo que implica, dos tipos intentando matarse a golpes y llaves, crearon la sensación de que la lucha se podía acabar en cualquier segundo con una llave de la nada a lo MMA, y generaron ilusión de realismo. Inoki estaría orgulloso. Gran lucha y primer MOTYC serio del 2018 en mi opinión. El final con Suzuki cortándose el pelo a si mismo es tan bueno que no sé que pensar, Suzuki es lo más grande que existe weón, no será el más consistente, no tendrá ningún reinado memorable, tiene un calendario más irregular que la cresta, pero aún así lo considero de lo mejor que ha salido de Japón.
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