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LA Park es candidato serio al mejor brawler de la historia. En días donde la sangre y los golpes directos a la cabeza con objetos se han reducido al mínimo en casi todas las arenas grandes del mundo, LA Park demuestra que aún con esas limitaciones puede dar espectáculo, porque lo central de nuestro amigo es hacernos creer que se está partiendo la madre con el adversario, independiente de los trucos efectistas. Esta es una lucha de LA Park en este siglo, vale decir, es una pelea callejera por donde sea y que le vale nada el público y lo que pase a su alrededor, no obstante, en este caso ese estilo de lucha se vio forzado porque el árbitro está a favor de Rey Escorpión y todo termina desordenándose. Por lo mismo, si bien hay una brawl brutal en la que hasta un pobre vendedor de papas fritas salió damnificado, también hay hartas movidas de lucha, ya que finalmente vuelven al ring y cambian el árbitro (cosas de México), y realmente es increíble ver a Rey Escorpión, un luchador que en lo personal no era de mi gusto, aplicándole suplex de todo tipo a LA Park que no es para nada liviano, la secuencia de movida grande contra movida grande me gustó en este caso, porque luego de todos los golpes con objetos era lo que les quedaba hacer, no esperaba sicología ni nada de eso, y fue un gusto ver a LA Park intercambiando movidas así, demostrando que aún le queda energía para seguir dando luchones. El final con doble descalificación por doble foul es un poco “eso ya se ha visto”, pero aún así todo esto fue increíble, LA Park es de otro planeta y me alegra ver el gran segundo aire de la carrera de Rey Escorpión.
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