Mi expectativa era una tag corta, graciosa, un par de trampas, y todos felices, porque nadie quiere lesionarse. En cambio lo que obtuve es una candidata a la mejor lucha en parejas de WWE. Sé que hay muchas cosas que juegan un factor aquí, pero si Wrestlemania no es para los “hardcores” de WWE entonces nada lo es. Me refiero a que no deja de ser una lucha para los que quieren vivir el show, para los que disfrutan los careos, los momentos en que parece que va a haber una traición, cuando se roban las movidas finales, etc. y todo eso estuvo en esta lucha, pero además dieron una lucha en parejas endemoniadamente buena, que nadie vio venir, con brawling, finales falsos, movidas nuevas, un montón de reversals y anticipaciones a las secuencias clásicas de los oponentes, mucho odio, exceso de confianza de los rudos, comebacks fallidos, otros exitosos, etc. todo lo que pudiese caber en casi 45 minutos de lucha. Fue épico, desde la entrada de la Roca en adelante esto se sintió especial, el público estaba vuelto loco, cada impacto es celebrado a rabiar, y por lo demás, esto me recordó lo bueno que es Rollins en este tipo de luchas, llevo tanto tiempo odiándolo en luchas singles, que olvidé lo bueno que es llegando a cortar los conteos, siendo el face que sufre, para luego aparecer en el momento justo, con mucha intensidad, con un par de movidas aéreas, que si bien en Rollins nunca me han parecido dolorosas, en este tipo de combate sí se sienten desesperadas, como alguien que corre para buscar lo que sea que ayude al equipo. En fin, espectacular lucha, totalmente inesperada.
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