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No esperaba esto. NAG es una empresa familiar y pequeña, de esas que el público se nota que conoce a los luchadores y que son más fans de NAG que de la lucha libre en general, me gusta eso, y eso genera un show bastante familiar. Este show es conocido como su show “violento” pero esto en general se traduce en mesas, sillas, por ahí una escalera, incluso estipulaciones con toques de humor, así que jamás esperé ver esto. Es una LMS absolutamente irrespetuosa del instinto de supervivencia humano. No es una lucha nada complicada, simplemente se golpean como locos, y cuando se dan con algún objeto, esperan los 10 segundos, y algo que me gustó mucho, es que no esperan absurdamente a que el rival se levante, sino que al verlo reaccionar, van de inmediato a buscar algo más grande para golpear. Eso es todo, la lucha repite y repite ese ciclo, y por eso es genial, esto no depende de momentos épicos, movidas de lucha libre, nada, sólo golpearse a lo bruto, como si no hubiera mañana, hay un golpe con una tele y después con un notebook que son dignos de Necro Butcher. La gente, al no esperar algo tan violento (hay tachuelas y tubos) reacciona absolutamente enfervorizada como si fueran un grupo de pirañas sedientas de sangre, y son casi puros niños. Simplemente hermoso. Mi lucha chilena favorita del año hasta ahora.
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