Lucha épicamente mala, tan mala que llega a ser buena. Esto fue una especie de homenaje bizarro a la Era Attitude con todo lo malo de ella. No fue para nada un homenaje a las últimas luchas entre estos dos, quizá tuvo un aire a la de WM X7 pero así como el Episodio 1 de Star Wars a las originales. Como sea, más allá de eso, este fue el main event que nos dio WWE todo el 98, 99 y buena parte del año 00. Lucha técnica en el ring que no lleva a nada con muchos careos para que el público grite, violencia de la nada, luego una brawl entre el público donde la gente mostraba letreros y ahora se saca selfies, y de vuelta al ring a un festival de finishers, intervenciones, golpes al árbitro y estupideces varias. Ya sé que me dirán que están viejos y eso. Vayan y vean The Rock vs Undertaker el 99 o Austin vs HHH en Survivor Series y díganme que tanto mejor es. La lucha tiene cosas dignas de Ripley como Kane mirando todo el rato a HBK sin hacer NADA y hasta haciéndole caso al árbitro de alejarse, en una lucha sin DQ. Demás esta decir el ya legendario uso del martillo de Triple H de una forma que nadie jamás en la vida nunca usaría un martillo. Todo esto sumado al público más feliz de la historia y un post match para qué más gratuito generó una sinergia que me hizo divertirme como quien ve una película turca de bajo presupuesto. Interesante experiencia, asumo que la gente que se droga debe disfrutar este absurdo aún más.
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