Realmente Jaka estaba hecho para enfrentarse a Sawa. Un japonés cuyo principal arsenal son golpes que dispara como si fuera una metralleta automática contra un samoano que basa su arsenal en golpes de sumo, cabezazos y patadas. El resulto fue estos dos golpeándose, golpeándose y golpeándose como locos, llendo al ringside a seguir golpeándose y haciendo a la gente feliz generando un muy buen ambiente. Me encantó el detalle de que el punto de diferencia entre ambos fuera que Sawa no contaba con que los cabezazos de Jaka fueran brutales, cometió el error de golpearlo con cabezazos un par de veces dándose cuenta que tiene el cráneo más duro que un centenar de cocos. Esto permitió a Jaka pasar a más grapples y rendiciones, hasta que Sawa logró volver a los golpes y finalmente con un puñetazo cerrado y el Octopus derrota a Jaka en una batalla sumamente física. Entretenidísima acción sin parar por 10 minutos.
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