Otra tremenda lucha de Andrade, esta vez algo más rápida que las anteriores. El combate empezó con un ritmo endemoniado apenas sonó la campana, y sentí que hubo mucho más ir a las cuerdas que en sus otras luchas titulares. La historia que contaron fue que cada vez que Black tenía la ventaja, una intervención de Zelina mantenía con vida a Andrade que recuperaba la ventaja. Andrade intentó capitalizar noqueando a Black de todas las formas posibles, Zelina intervino 5 veces, pero finalmente Black logró anticiparse a la jugada y llevarse la victoria con sus brutales patadas. La lucha fue de un nivel técnico absurdo, yo no soy un amante de la prolijidad ni de fijarme en los botches ni esas cosas, pero la embarró que Andrade tiene una precisión tremenda en todo lo que hace, y Black también, juntos parecía un trabajo de relojería cada uno de sus intercambios, los contrataría para hacer una coreografía bonita y a la vez creíble de una pelea de bar de mi futura película de acción que haré cuando tenga mucho dinero y talento en un mundo paralelo. Quizá mi única queja es que esperaba que Black trajera “algo más”, hasta ahora en los cambios de título de NXT siempre el retador sorprende con un finisher nuevo o movidas que no se le habían visto nunca, siento que Black hizo su juego de siempre y le funcionó. Como sea, tremenda lucha, aunque extrañaré demasiado al Andrade campeón.
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