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Esto es épico por el final, pero aún así la considero una buena brawl entre el público de dos tipos golpeándose con un bate con púas y lanzándose a las sillas mientras aterran a la multitud. Matsunaga tiene sus momentos de desquiciamiento que lo hacen ser genial, envolverse en las púas, romper la polera ya rasgada por la misma arma, y usar todo para ahorcar a poco es un detalle notable y que aporta a la parte death del deathmatch. No sé si exista recurso más rudo que quemar la cabeza del oponente como lo hace Pogo al final de la lucha, quiero decir, Matsunaga quedó en llamas, literalmente, se quemó de verdad, y Pogo no se arrepiente de nada, la gente lo odió y hasta lanza cosas al ring, lo que para el nivel de tranquilidad de los japoneses es haber llegado a un odio supremo. Pieza histórica en la leyenda de Pogo y del death match japonés en general.
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