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Tres minutos bastaron. Los dos, pero sobre todo Luke, van con la lógica de “si pego más fuerte no importa que me peguen” así que esto es una brutal secuencia de golpes, rodillazos, patadas, y por ahí un German Suplex, donde Jacobs queda sangrando de la boca y el pecho, pero logra derribar a su rival y buscar una Crossface, de la cuál inmediatamente se arrepiente y con una lluvia de antebrazos sobre la cabeza de su rival logra que detengan la lucha. Esto fue explosivo como debe ser en una lucha corta, estuvo muy buena.
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