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No recuerdo el último I Quit que sentí merecedor de esa estipulación, Cena vs Orton fue un esfuerzo interesante por contar la historia de otra forma, pero para la brutalidad que implica esta lucha tendría que ir más atrás a Jimmy Jacobs vs Austin Aries tal vez. Porque, ¿Qué es un I Quit? Una lucha que se gana sólo por rendición, sólo porque el otro diga las palabras “I Quit”, y en general eso da paso a luchas que terminan al borde de la tortura para que el rival se rinda. En este caso, Sexy Star y Mariposa estuvieron a la altura. Todo fue brutal. Al inicio comenzaron intentando rendir sólo con lucha técnica (al igual que Bret/Austin o Magnum/Blanchard), y Sexy Star no tiene mucho que hacer ante el llaveo de Mariposa, por lo que la lleva al ringside, no obstante, Mariposa también sabe mucho de estas lides, demasiado diría yo, y la ataca con sillazos y entre la gente. Sexy Star empareja la lucha convirtiéndose en sicópata y ataca a Mariposa en la entrepierna, en lo que debe ser el recurso más enfermo que he visto en Lucha Underground, dándole sillazos en esa zona, y al menos dos patadas que se sintieron dolorosísimas. Esto elevó la violencia de la lucha, y Mariposa atacó con el manual del hardcore mexicano, rasgando máscara, golpeando hasta sacar sangre, estrellando la cabeza de Sexy Star contra las barreras, mesas, sillas, etc, dejando manchas de sangre en cada golpe. Notable también el hecho de que el final fuese en el ring nuevamente con llaves de rendición, que originaron varias de las postales del año con la visual de Sexy Star sangrante aguantando el dolor y finalmente dando vuelta la lucha. Esto no dejó de ser Lucha Underground, tuvo intervenciones que mataron un poco el ambiente de guerra entre las dos, y les quitaron algo de protagonismo, tuvo demasiados enfoques al público que me quitaban la atención de la sicología de la lucha, ver a Sexy Star en el piso sangrante es parte de la lucha, no lo corten para poner a alguien impresionado afuera. Odio eso de Lucha Underground, abusan de ello, ahhh pero en fin, pese a que esos detalles le restan a la lucha la posibilidad de ser un clásico, debe ser lejos la mejor lucha que he visto en esta agrupación, el nivel de violencia es descomunal, no dejaron de lado la técnica y el drama y la forma de vender de ambas es magistral, esto pese a que el guión intentó arruinar la lucha por todos los medios posibles. Tremendo combate, digno de la estipulación como pocos.
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