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Fiel a su estilo, EVOLVE optó por Munenori Sawa como el japonés a traer como atracción para sus primeros shows. Sawa no es el más famoso del universo, pero fue una estrella de ese refugio del shoot style llamado BattlArts, donde los japoneses luchaban fingiendo lo más posible un combate real de MMA. BattlArts era una agrupación más moderna claro, con mucho más fantasía, golpes brutales y llaves bonitas que las predecesoras de aquel estilo. Munenori incluso hizo algo de comedia en el ring durante un tiempo, quizá por eso, de todos los japoneses que han experimentado ese estilo más MMA, era el ideal para este show. El combate es todo lo genial que uno esperaría de Danielson contra un rival así, la lucha es única, cada intercambio de llaveo es tremendo y esforzado, y Sawa aprovecha cada espacio para meter golpes, que es su mejor característica, el tipo es increíble con los golpes, no recuerdo luchas de gente trabajando el pecho del rival o la espalda a punta de puñetazo limpio o patadas sin asco. Danielson se unió a la fiesta dando golpes de vuelta, pero jamás tan efectivos, sin embargo su llaveo de lucha libre fue su estrategia central cada vez que Sawa se confiaba. La intensidad de los 15 minutos que dura esto es descomunal, desde los primeros minutos que hay golpes con el puño cerrado, y patadas directas que sacan los gritos impresionados del público y la secuencia final llena de golpes directos de ida y vuelta obtiene una ovación de pie. Esto es lo que la lucha independiente debería ser, dos tipos intentando superarse como si esto fuera un ajedrez, haciendo olvidar a todos de cualquier criterio de análisis de lo que estamos viendo, la suspensión de la realidad es total mientras se disfruta ver a estos dos golpeándose.
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