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Este es el retiro de Daniel Makabe, uno de mis luchadores independientes favoritos. Si alguien por esas cosas de la vida me lee hace mucho tiempo, sabrá que soy mega fan de la época de oro de las indies en los 2000, y por lo mismo fue un vacío cuando desaparecieron de la escena Nigel, Danielson y Punk. En la década posterior, los luchadores que, para mí, llenaron ese vacío fueron Timothy Thatcher y Daniel Makabe. Dos luchadores técnicos, innovadores, que siempre seguí y busqué sus luchas donde sea, bueno, sigo haciéndolo, incluso con Daniel retirado, hay muchas luchas de él que aún no veo. Escribo todo esto para dar contexto de que esta lucha era importante para mí como fan, y además fue una lucha que me recordó mucho a Danielson vs Nigel, así que digamos que fue prácticamente el mejor producto que me podían ofrecer, sin duda se convirtió en una de mis luchas favoritas de todos los tiempos. Está todo muy bien hecho, los intercambios iniciales amistosos, el llaveo, muy creativo, como se van poniendo cada vez más rudos en la intensidad de las llaves y los golpes, hasta que la lucha se vuelve derechamente violenta sin perder la técnica en la que ambos basan su ofensiva. No soy capaz de recordar ningún tope de Daniel Makabe ni ninguna oportunidad en que haya sangrado, y acá ocurrieron las dos cosas al mismo tiempo, muchas veces se usa la palabra “épico” en vano para calificar cualquier cosa buena, algo épico debería ser algo que se sienta que ocurre una vez en la vida prácticamente, esto fue épico. El final con ambos llaveando, golpeándose, Daniel sangrando por montones, Kevin lleno de la sangre de su rival, es brutal, se siente importante, el escenario es pequeño pero se siente como un momento importantísimo, y hay pocas cosas que se sientan más satisfactorias que aquello al ver lucha libre. Para mí no sólo es candidata a lucha del año, es de mis candidatas a lucha de la década.
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