Mi lucha favorita de Owens el 2016, y la única que sacó al Owens que me agrada ver luchar, junto con la que tuvo contra Zayn en Battleground. Owens en su época CZW/PWG era un luchador bastante inusual para su físico. Era muy técnico, y de repente sacaba uno que otro ataque aéreo para sacar el OOOH del público, y luego al extenderse la lucha sacaba la bestia que lleva dentro y se volvía un brawler brutal. Esa estructura de lucha es la que hizo que los fans amaran a Kevin Steen, y lo llevó a ROH, donde luego de mucho tiempo entreteniéndonos, lo convirtieron en otro luchador aburrido de movida tras movida sin nada de sicología. Por algún motivo en WWE volvió a esa lógica, pese a que había escapado de ella, quizá por el deseo de hacer algo distinto al resto. Afortunadamente, en un RAW cualquiera frente al proyecto de Ace de WWE, Owens decidió volver a sacar lo mejor de sí, castigó el cuello y la zona media de Reigns como si fuera un Bret Hart más gordito, Reigns se tuvo que defender con movidas de poder para buscar una cobertura rápida, y la gente siguió con atención las dormilonas. Ahora que lo pienso, estuvo tuvo un aire a Bret vs Diesel que lo hizo genial. Reigns lleva la lucha al ringside, pero aún así no puede superar a Owens, y Rollins interviene atacando a Owens produciendo la DQ. Luego entró Mick Foley a reanudar la lucha. Ese segmento, muchas veces detestable, aquí fue excelente, porque permitió descansar a Reigns y hacer ver creíble el cambio de estilo de la lucha y de la estrategia de Owens que se encontró en el ring con un Reigns recuperado y que lo levantaba como fuera para aplicarle bombazos, y tuvo que recurrir a proezas como el super Package Powerbomb desde la tercera cuerda. Cuando Reigns había sobrevivido a todo y Owens no sabía que hacer, una intervención de Rusev le dio el segundo justo para aplicar un bombazo a su favor y ganar. De esta forma, manteniendo fuertes y creíbles a ambos luchadores al final del combate. Esta lucha fue todo lo que esperaba de ambos, estrategia y luego una guerra sin cuartel, donde al final el que ganase tenía que ser de suerte. Lamentablemente WWE intentó que ambos dieran luchas más tipo spot tras spot en sus siguientes combates y perdieron la magia de este combate (aunque la recuperarían en el Royal 2017), el cuál me recuerda que pese al mal 2016 de Kevin Owens, aún está ahí ese luchador espectacular e inesperado para darnos más luchas buenas. Excelente lucha.
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