La lucha más “indy épica” de la cartelera, si bien podría decirse que siguió la onda de la lucha anterior, entre la violencia y moverse a hacer spots en los camiones, tuvo la gran diferencia de ser tres personas y no 8, lo que permitía seguir la acción todo el tiempo, y dentro de toda la brutalidad, mantuvieron la idea de ir de menos a más, y pasar de un spot loco a uno loquísimo, y así sucesivamente, con varias caídas falsas si se le puede llamar así. Para ser más exacto, varios momentos en que uno pensaba que esto se acababa por el bien de los luchadores, pero luego proseguía para pasar a tener una caída aún más enferma. Quedé sorprendido por el nivel de locura de Radrick, es como si hubiese luchado por años en Zona 23, perfectamente integrado a la dinámica. Muy buena lucha, podría ser incuso la lucha de la noche fácilmente para alguien más fan del estilo más PWG/AEW.
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