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Esto es un trabajo notable, entre todos los involucrados en la lucha para consagrar a Da Silva como un luchador querido y creíble, para pasar de ser el gordito que baila a un powerhouse temible. La lucha es excelente, Da Silva hace una promo previa a la lucha, XL lo ataca de inmediato matando el momento, pese a todo lo rudo que actúa XL pareciera que la gente lo aplaude igual (como siempre), pero al poco andar la tortilla se da vuelta. El combate es sumamente físico y violento, Da Silva recibe una paliza, XL está en modo berserk y hasta sus amigos conejos son atacados, hay sillas, fuego y caos bajo el ring. Da Silva se para una y otra vez y la gente lo apoya, XL y su gente comienzan a hacer trampa y el público ya se aburre y se vuelca totalmente a favor de Da Silva. La lucha toma un sentido de urgencia tremendo con XL intentando ganar rápido antes que Da Silva reaccione y lo jorobe, mientras que Da Silva está desesperado por contrarrestar lo que sea. Los gritos de Kristy y el público le dan un gran ambiente a esto. En el ring tenemos una secuencia sin piedad de ataques de XL sobre Da Silva, casi todos botándolo de cabeza, pero Da Silva sobrevive a todo, y logra conectar una lanza cuando XL en una movida de desesperación buscó altura. Con dos lanzas más Da Silva se lleva la victoria y todos son felices. En 15 minutos Da Silva dio la lucha de su vida, tiene el amor incondicional del público, y vimos una lucha que sin tener tanta movida se siente como si hubiesemos visto 80 mil movidas de cabeza como si fuese un main event importante de una agrupación grande. La lucha no es perfecta, siento que Da Silva aún puede conectar lanzas que se sientan realmente brutales, más que las que hace aquí, y el árbitro tristemente comete un error cerca del final, pero el ambiente y los golpes capaces de matar a un humano normal hacen que todo valga la pena. Excelente lucha.
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