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Esto fue un FUKIN’ BIG DEAL. El team que pierde desaparece para siempre, no pueden volver a reunirse. VerserK lleva dos años de ganarle a todo y todos, son un grupo de rudos imparables, pero aquí se enfrentan a los Jimmyz. Los Jimmyz llevan aquí desde el 2012, son 5 años. Estamos en la era millenial así que 5 años es un tiempo brutalmente extenso. Ok, para un team de Dragon Gate lo es. Quiero decir, generaciones enteras han crecido viendo a los Jimmyz luchar juntos bajo los parámetros del multiverso Dragon Gate. Sin embargo que se acabe VerserK terminaría con LA facción ruda dominante del momento, sería como haber matado al Shield en pleno apogeo (ok, eso es algo que WWE haría). Los VerkserK anunciaron antes del show que iban a usar toda la violencia posible como nunca se ha visto en Dragon Gate, y vaya que cumplieron. La reacción del público al ver a ambos equipos entrando con sus cosplays de FMW y con bates con alambres de púas lo dice todo. Esto sigue siendo Dragon Gate, es el uso de púas y mesas más familiar que haya visto en mi vida, pero sin duda fue un toque que le dio un carácter especial a la lucha, como algo que no se había visto ni se repetiría probablemente en Dragon Gate. La lucha en si misma estuvo espectacular en términos de historia y emoción. Quizá no fue el spotfest loco de Dragon Gate, pero el intento de brawl de los VerserK fue entretenido, los Jimmyz llevando la lucha al ring y eliminando a los primeros rivales fue un buen toque para hacer la transición al VerserK desesperándose y usando las armas que trajeron. El uso de los alambres de púas y mesas ante un público que jamás ha visto esos recursos en este ring hizo que cada spot se sintiera como lo más brígido del mundo. Los Jimmyz sólo vieron truncados sus sueños cuando las cosas estaban 3 vs 3 y VerserK comenzó a hacer trampa, Shingo decidió que era hora de ponerse serio y el bullying empezó brígidamente, con otros miembros interviniendo y otros tratando de impedir que los Jimmyz eliminados ayudaran. Todo lo que ocurre desde que la lucha está 2 vs 2 y luego 2 vs 1 es increíble, el final fue absolutamente brutal en términos de emoción. Los VerserK sacaron las cuerdas, SACARON LAS CUERDAS para que el pobre Susumu no pudiese alcanzar alguna para evitar una cobertura mientras Shingo le dio un Piledriver sobre una mesa con alambre de púas. Susumu sobrevivió a todo este bullying y cuando eliminó a Shingo en un comeback increíble parecía que iba a ser el final de película o animé con el héroe sangrante y sufrido recuperándose. Esto nos llevó a una secuencia de conteos de dos enfermiza e infartante entre Susumu y T-Hawk, hasta que finalmente, cuál Shawn Michaels intentando salvar a Austin, Susumu sucumbió ante su rival. La reacción del público lo dice todo: SILENCIO. No hubo abucheos, no hubo gritos, nada, un silencio de funeral recorrió la arena. Los Jimmyz ya no existían. No soy el más fan ni seguidor de Dragon Gate, pero sin saber NADA de esto se puede sentir la emoción. Susumu llora, sus compañeros tratan de animarlo, los VerserK se burlan y rompen una polera de los Jimmyz y se sacan una foto. Susumu hace una última promo y los relatores y algunas chicas del público están en lágrimas. No soy alguien que se emocione de verdad viendo lucha libre y tengo mis reparos al respecto que no vienen al caso en este blog, pero joder que puedo apreciar como una agrupación logró construir este momento, ahora entiendo por qué Meltzer dice que las indys japonesas tienen un culto en torno a ellas, con fieles seguidores que les compran todo y les permiten subsistir bien. Uno de los momentos a recordar del 2017 sin duda alguna, y una excelente lucha que jugó con la emoción y la violencia todo el tiempo, como debía ser, casi 40 minutos que se fueron volando.
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