Ranking Meltzer: ****1/2
Esta lucha es todo lo que uno esperaría de estos tres nombres. Una brawl descontrolada y con movidas brutales. Lo bueno, es que además de eso, decidieron contar una historia genial. Como se ha hablado bastante, Lesnar se ha vuelto algo repetitivo por ser tan dominante, pero la triple amenaza permitía que entre dos castigaran a Lesnar y se viera todo más parejo, especialmente considerando que Reigns ya le había luchado de igual a igual a Lesnar. Por si fuera poco, Ambrose y Reigns deciden recordar al Shield y se unen para brutalizar a Lesnar en la mesa de transmisión, no una sino dos veces, para sacarlo del camino e intentar decidir la lucha por ellos mismos. El resultado es una de las mejores secuencias finales del año cuando Lesnar regresa a masacrar a ambos y entra en modo berserk imparable, hasta que Ambrose recurre a una silla y Reigns tiene que rematarlo. Pareciera por un segundo crearse la ilusión de que Ambrose va a obtener la victoria oportunista de esto, pero Reigns termina estableciéndose como el esperado ganador. Lesnar se vio brillante en esto como hace tiempo no ocurría, se vio como la bestia imparable que tuvieron que matar como 5 veces y volvía cual Godzilla a atacar una y otra vez, pero la forma en que trabajaron la lucha no hizo que opacara a sus rivales. Esta lucha de hecho dejó a todo el mundo con fe de lo que podían hacer Ambrose y Lesnar en Wrestlemania, sin embargo, el resultado de esta y de Reigns vs Triple H acabaría siendo por debajo de lo esperado. Pero en fin, al menos tuvimos antes esta maravillosa triple amenaza donde se dieron con todo.
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