Normalmente asociamos Zona 23 al caos y destrucción en una desarmaduría de autos, y está bien, eso es lo que hace bonito a Zona 23, pero también se pueden poner serios, tener un escenario más normal y darnos un deathmatch pero titular, lo que hace una lucha mucho más ordenada. Este es el caso de este combate, donde Aeroboy logra dar el golpe a la cátedra. Es una lucha de menos a más, con buenas secuencias muy mexicanas, lucha aérea, spots brutales en el auto que hay junto al ring, para luego pasar a un final tremendo de movida tras movida, con ambos sangrantes productos de los tubos fluorescentes y los vidrios, le da realmente otro toque al estilo de lucha indy épica, y esto pasa del brawl al ida y vuelta con mucha facilidad pero en el buen sentido, se siente muy fluido y una lucha que crece y solo mejora.
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