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Thatcher hizo lo imposible, que encontrara una lucha de Zack Sabre una de las mejores cosas que he visto en el año, y fácilmente en la década. Y es que esto fue increíble, porque al igual que contra Hero o Styles, Sabre tuvo que trabajar desde abajo, se topó con un rival que domina su estilo mejor que él y contra el que tuvo que hacer todo y más para superarlo. Aquí todo lo que hizo Zack se vio creíble, y tuvo que vender castigo como nunca, obvio si Thatcher le sacó cresta y media al comienzo del combate, le trabajo los brazos y el cuello, y tuvo que recurrir a movidas de desesperación como sus golpes con la palma abierta, los que genialmente Thatcher no vendió, viéndome como un tipo de temer, y sólo con un golpe de vuelta volvía a dominar a Zack, que luchaba por su vida para no caer en un Armbar o en una Dragon Sleeper. Zack logra emparejar las cosas con patadas al pecho de Thatcher y puede por fin empezar a trabajarle las extremidades, va hacia la pierna, Thatcher se saca todo y responde con llaves peores. Esto es sicología, Thatcher es simplemente más fuerte pero Zack hace un castigo tan consistente en una sola zona, que pese a recibir mucho daño, logra dañar una zona del rival luego de mucho esfuerzo y eso le permite emparejar las cosas. Aunque sea momentáneamente, ya en la segunda mitad de la lucha tiene momentos en que derriba a Thatcher y va como loco a buscar el conteo sorpresivo con alguna cobertura con puente. Los conteos de 2,999 descolocan a Thatcher, que cae en la desesperación y empieza a cometer errores, el realismo de esto es impresionante, Zack entonces empieza a darle con todo, vuelve con las patadas al pecho, y tiene que pegarle codazos brutales a Thatcher para que se deje aplicar las llaves. La secuencia final es ridículamente emocionante, la gente está pegada mirando el ring, cada llave puede ser el final, Zack tiene golpear a Thatcher bordeando la ilegalidad para emparejar las cosas y cerrar los llaveos más brígidos del universo mientras le pega patadas sin asco a la cabeza. El final es un nivel de dolor y doblamiento y golpes tan brutal que es inapelable la imposibilidad de Thatcher de salirse del castigo. Zack gana la lucha de su vida, y me encantaría que luchara así siempre, que mostrara ese dolor en su rostro, esa frustración y desesperación por la victoria y diera esos golpes como si supiera que necesita dar 20 para igualar uno del oponente.
Esta lucha fue la culminación de una muestra de amor por la lucha libre de parte de EVOLVE. En EVOLVE no pusieron como campeón al más popular o al más “internacionalizable”, pusieron de campeón al que lucha mejor. En el relato compararon a Thatcher con Johnny Valentine, y gracias a Segunda Caída me entero que Valentine fue el papá de Greg Valentine y campeón US de la NWA, y trabajó arduo por años para entrenar al público a apreciar y seguir su estilo. En estos días en que todo lo domina el mercado y los fans cuestionan la capacidad de un luchador de ser marketero, Thatcher entrenó a la gente a apreciar su estilo, tanto él como la agrupación aguantaron meses de comentarios en Internet quejándose de que su estilo era poco vistoso, aburrido, de que a EVOLVE le hacía mal un campeón así, pero Thatcher siguió con defensas con llaves que duraban 10 minutos, con castigos a la zona, con un estilo a veces digno de los años 70, demostrando que no todas las decisiones que se toman son de negocios, que en todo arte, entretenimiento, deporte, etc. hay quienes deciden marcar su propia bandera de lucha, y EVOLVE decidió ser distinta a todas las indies, y tener a un auténtico buen luchador de campeón, al que realmente podía superar al resto en técnica, sin importar el discurso, el personaje, o los saltos. Thatcher logró que el público terminara gritando más en esta lucha que en casi cualquier lucha indy que haya visto en el año, aplaudiéndolo respetuosamente pese a ser un rudazo (y siguió siendo rudo hasta el final), y aceptando como ídolo a un campeón nuevo de estilo, aunque más vistoso, muy pero muy similar al de Thatcher. Por eso y mucho más, esta lucha es perfecta, es lo que debería ser la lucha libre.
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