Excelente lucha en parejas que encontré mejor que su clásico de Wrestlemania. Y es que acá había un factor importante para una lucha titular, que era incertidumbre o miedo de qué podía pasar, ya que por años de desastres absolutos de WWE, era esperable que los Usos ganaran y todo volviera al Status Quo y no supiéramos más de Sami. Por ende, por ambiente y expectación, para los fans más hardcore esta lucha estaba por ahí con la de Wrestlemania, sino más. Y la lucha es brutalmente genial, los Usos salieron a luchar en serio, estratégicos, a centrar su castigo en Owens, a diferencia de la vez anterior, y a diferencia de lo que indicaría el sentido común. Le castigaron la pierna a Owens, le sacaron música a su quijada, lo tuvieron al borde de una paliza, hasta el primer comeback de Sami, que con su velocidad y desenfreno lograr emparejar las cosas, hasta que Owens vuelve a entrar y aplican nuevamente la misma estrategia. En ese momento, lo que ocurre es simplemente que Owens se niega a perder. Nunca había visto a Owens tan bien haciendo una secuencia así de Fighting Spirit, resistiendo dos caídas falsas luego de patadas brutales a la cabeza, para luego levantarse y prenderse 2 vs 1 con las movidas de desesperación características de KO, la Swanton Bomb y los Drivers desde el poste o en el ring, destruyendo cráneos de rivales. Sumado a la vuelta de Sami a la acción, hacen una secuencia final explosiva, que hace que el público se emocione por Owens resistiendo, por su comeback, y por Sami llegando a cerrar la lucha, y por si fuera poco, hasta la fallida intervención de Solo, todo eso seguido y emocionando más y más a la gente lo que hace que el final de la lucha se siente excelente. Esto es lucha, no centraron para nada la lucha en el drama familiar sino que derechamente en el combate, lo que me pareció una evolución lógica desde Wrestlemania, más aún considerando que los Usos ya no son campeones. Todo bien aquí.
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