Ranking Meltzer: ****1/2
Listas: #2 en luchas del año 1998, según los lectores del Wrestling Observer
Esta debe ser una de las luchas que he visto más veces en mi vida, y siempre le descubro algo nuevo, y mi opinión cambia ligeramente. La primera vez que vi este combate fue porque Hugo y Carlos hablaban TANTO de él que ocupe los vueltos del pan en comprar el VHS de las 3 caras de Mick Foley para verla de una vez por todas, y me sentí decepcionado porque sentí que fue una vil paliza al pobre Foley, al contrario de su feudo con Triple H donde sentía que se veía como un wn brígido que aterraba al Juego. Pasaron los años y supongo que aumentaron mi empatía y sensibilidad, y creció mi aprecio a la lucha por la entrega de ambos al espectáculo, arriesgando sus vidas. Ok, sólo la de Foley, pero en fin. Hoy por hoy siento que esta lucha es comparable a algo así como Hogan vs André pero del hardcore. No es la mejor lucha, Taker domina el 90% de la lucha, a pesar que recibió un piledriver en las escalas del ring y un tope suicida de cara contra la reja, sigue siendo poco y nada comparado a dos impactos que pudieron costarle la vida a Foley, sin contar las tachuelas y los golpes con la escala. Pero a nadie le importa aquello, esto fue un show, fue como ver en vivo un deporte extremo, un show de dobles de acción, joder, no sé, pero me pregunto qué parte del público habrá pensado que Foley legítimamente murió en la primera caída contra la mesa, al menos Jim Ross lo temió por un instante. Años más tarde, Taker y Terry Funk dijeron haber creído que Foley había muerto en el impacto dentro de la celda, el cuál no estaba planeado, y según Foley que su vida se salvó porque recibió pésimo la llave y cayó de lado. Lo peor es que después de eso siguió luchando y hasta recibió los impactos contra las tachuelas. Como lucha, esto una Cage of Death de CZW de las primeras sin nada de lucha, Backyard Wrestling llevada a cabo con mucho, mucho, muchísimo presupuesto, contando la historia de un loco que resiste infinito castigo contra un zombie asesino. No es mi tipo de lucha favorita, la encuentro DEMASIADO efectista para considerarla realmente buena, pero no puedo negar que no aburre verla y la emoción que la hace histórica existe hasta el día de hoy por más veces que la revisite.
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