Luego de que Finn Balor se lesionara y tuviese que dejar el campeonato vacante, en WWE decidieron hacer una fatal de 4 esquinas para decidir al nuevo campeón. Esta lucha es y será recordada más por romper esquemas que por lo buena que fue, sin embargo, debo decir que como combate es bien buena. En primer lugar, la inclusión de Cass parecía que podía ser sin pena ni gloria (e incluso la de Owens…quien lo diría), sin embargo le dieron tiempo y espacio para lucirse, y no sólo a él, sino que a los 4, de hecho la historia que contaron creo que fue un poco que estaban tan parejos que era sumamente difícil lograr una eliminación. El final de esta historia todos la saben, Triple H interviene y deja al mundo en shock al traicionar una vez más a alguien. Si bien es una historia recurrente, no escuché a nadie predecir que esto ocurriría de este modo, así que no se hagan los maduros y acepten que les sorprendió. De las mejores luchas en TV del año, sin duda.
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