Una lucha que cumplió la premisa como pocas veces acá. La definitiva lucha de dos brawlers heavyweights de esta era, me trajo gratos recuerdos de Mark Henry contra el Big Show, la lucha es pura destrucción y actuar como monster heel y sobrevivir a todo, hay una Chockeslam contra la mesa en el primer minuto. Bronson sobrevive, y ahí en adelante es asesinato tras asesinato, caen sobre sillas, sobre unas mesas fuera del ring, sobre las barreras del público, etc. me gusta que dado que se levantan casi de inmediato no parece la típica LMS de ir spot tras spot y descansar, y me encanta el toque de que vendieron como si se hubiese lesionado personal o incluso gente del público, lo que justificó la prescencia de Pearce y le da un ambiente tremendo ver a los dos pegándose mientras hay gente viendo si las primeras filas siguen vivas como si esto fuera la arena Naucalpan. La lucha termina con el inevitable Superplex que destruye el ring, en lo que debe ser el último spot protegido de WWE y quizá de la lucha libre en general. Increíble lucha, fácil de lo mejor del año en WWE y en el mundo en general.
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