Si algo hay que agradecerle a Goldberg vs Lesnar es que, creo, es sólo teoría, hicieron ver a los escritores que una lucha corta e intensa puede dejar al público feliz. En sólo 11 minutos estos dos dieron un combate que difícilmente ese público vaya a olvidar que vio en vivo, y hasta creo que podrían haber ido full-paliza y que fuera algo más corta. Como sea, esto estuvo genial, Strowman le sacó cresta y media a Reigns, no le dio tiempo para nada, lo azotó contra la barrera, las escaleras, la mesa, lo que encontró. Reigns me convenció que es de lo mejor que tiene el roster de WWE y que es un Ace plenamente justificado, al menos por su talento en el ring. El tipo vino a hacer su rol de forma brillante, vendiendo el hombro y la zona media desde antes que sonara la campana, y viéndose como un zombie adolorido durante la lucha. Su comeback explosivo fue perfecto, y tuvo esos pequeños detalles que nos recordaron que estaba maltrecho, como la corrida en su patada al borde del ring, que fue notable que saliera de suerte, como movida de desesperación, y corriendo más lento de lo acostumbrado. El final fue reflejo de los beneficios de bookear a largo plazo, ya que tuvo emoción a tope gracias a que todo el público temía que Reigns se recuperase y ganara, pero simplemente no pudo con el dolor y un rival más grande que él. Reigns es espectacular trabajando “desde abajo”, ya lo demostró con Lesnar, y ahora con Strowman, que sigue camino a ser candidato a luchador del año. El post-match con Reigns sangrante siendo escoltado, fue una visual increíble de un tipo que han vendido como legítimamente fuerte, totalmente apabullado. La lucha tuvo el doble de ambiente que todo el resto del show. Excelente lucha, estos dos tienen que convertir esto en una rivalidad de esas de toda la vida.
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