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Lucha que seguramente será recordada como una de las grandes de los Bloodsport. Moxley y Biff tuvieron una lucha muy en el estilo que han cultivado ambos los últimos años, al ras de la lona y llena de golpes, molestando en cada llave, y metiendo puñetazos cuando se pueda, ya sea mientras recibes o das una llave, da igual, ninguno se preocupa mucho de bloquear pero sí de atacar. La acción escala hasta que Moxley logra conectar las patadas en el piso, Biff intenta escapar, pero Mox le da un rodillazo a Biff que lo saca del ring y lo deja sangrando profusamente, o sea, se hizo un blade job de los mil demonios, o qué se yo, pero es una masa sanguinolienta y la lucha tiene una visual de carnicería con los dos haciéndose llaves y dándose golpes totalmente cubiertos de sangre, salpicando sangre a cada golpe, cayendo sobre pozas de sangre tiñéndose más de rojo mientras que Biff sigue resistiendo y atacando, es brutal todo, es una secuencia sin cuartel que deja vuelto loco al público, muy en la onda de Mox contra Barnett el año pasado, pero con más grappling que golpes brutales diría yo. Fue una experiencia, de esas luchas que hay que ver para opinar y referenciar por harto tiempo.
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