Esto se cocinó a fuego lento. OZAWA es rudo, un rudo molesto, de esos que te cansan, que parece un tontito y a la vez lucha muy bien, lo que lo hace más odiable. Huye del combate, se burla de su oponente, toda su ofensiva son trampas y da ganas de que empiece a buscar la victoria y deje de perder tiempo. Cuando Kaito logra atacar, interviene Tatsu, parece de nunca acabar, hasta que de la nada empieza a darle unas patadas en serio a Kaito y parece que de un segundo a otro cambiara al modo “serio” para buscar la victoria, da la sensación de que su plan funcionó. No he visto antes a OZAWA, no sé si hace siempre lo mismo, pero acá lo encontré genial, parecía una lucha muy inclinada hacia un lado, hasta que finalmente Kaito cae en la desesperación, y empieza a golpear, golpear y golpear a OZAWA, que responde de vuelta muy en el espíritu del Ark Style “puedes golpearme pero te voy a golpear de vuelta”, básicamente se dan con todo hasta que no queda nada del rival. La lucha se vuelve extremadamente física, y cada vez que OZAWA está perdido vuelve inesperadamente a las trampas. Me dio risa que Kaito hizo UNA movida ilegal en toda la lucha, luego de haber recibido como 50, y el público lo abucheó. Los finales falsos son muy buenos, no son un festival de conteos de dos, sino que Dusty Finish de esos que uno jura que cierran la lucha, árbitros golpeados, fouls, una intervención de Omos, etc. Por media hora se sintió como que volví a disfrutar y sentirme expectante por un evento estelar japonés en un estadio grande.
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