Normalmente odio cuando WWE va por el camino “épico”, sobre todo en las luchas que se producen bajo el bookeo de Triple H, siento que hay poca gente que logra hacer una lucha extensa donde ocurran miles de cosas y que salga bien, y sin duda alguna, Owens y Sami son dos seres humanos que pueden cumplir esa expectativa, básicamente porque ya la han cumplido varias veces en toda su carrera. Me encantó la historia que contaron acá, normalmente la Unsanctioned va por el lado de ser “más violenta” que lo usual, con sangre y armas varias, pero en este caso optaron por dos tipos tratando de provocarse una contusión ante los ojos de las “autoridades” de WWE que no podían hacer nada por forzar el final de la lucha, más que suplicarle de buena fe a un Owens cada vez más sicótico y un Sami que se negaba a perder. Sobre la lucha en si, qué puedo decir, estos dos tienen más química que el insecticida entre ellos, la brawl entre la gente, los spots grandes en el momento justo, venden bien, los reversals llegan con una precisión increíble, y además siento que cada lucha que han tenido, incluso aunque repitan spots, se siente distinta, novedosa, y nunca ha dejado de sentirse el odio y al mismo tiempo el factor de que se conocen y pueden anticipar sus movidas. Otro capítulo exitoso de estos dos.
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