Mira, no mentiré, es una buena lucha pero no tiene nada tan distante de la estructura de Main Event o de lucha titular en general que nos tiene acostumbrado NJPW los últimos 10 a 15 años. Por lo tanto, sé que puede parecer inconsistente que me haya gustado esta lucha, pero creo que hay dos motivos. Uno, que ya no veo NJPW, así que no estoy viendo 3 a 4 luchas así cada PPV, por lo que no se me hizo repetitivo y seguramente hay muchos clichés de los últimos años o del reinado de Zack que para mí fueron todos novedosos, y dos, lo más importante, también tengo corazón, y si algo me cuesta en NJPW es involucrarme emocionalmente con la lucha y no puedo no dejarme llevar por la emoción de ver a Goto al fin lográndolo, la lucha es un constante “otra vez no”, hay miles de momentos en que parece que Goto de nuevo va a quedar corto, y juegan tan bien con la emoción aparte del talento que tienen los dos para sacar movidas de la nada, entre las rendiciones y coberturas de Zack y las quebradoras de Goto, que la tensión es brutal los últimos minutos. No voy a retomar NJPW ni nada, pero esto fue bonito y es todo lo que necesitaba.
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