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Tenía un altísimo hype por esta lucha y fue recompensado. Esto fue una lucha competitiva como pocas de Suzuki, al menos en su etapa actual, se nota mucho la actitud de ambos de felicidad y competitividad, al encontrar a un rival que habla su mismo idioma en el ring, lo que se hace evidente en el grappling inicial y en el uso que ambos hacen, por ejemplo, de las cuerdas a su favor. Cuando se van al ringside, también se nota esto mientras se golpean, podrían ser perfectamente dos mexicanos gordos golpeándose felices entre la tierra que rodea la Arena Coacalco, pero esto es el Korakuen así que se siente inusual ver dos cascarrabias ignorando al árbitro y golpeándose alrededor del lugar. MiSu intenta finalizar la lucha de vuelta al ring, y honestamente parecía que iba para allá, pero Aoki lo sorprende con una serie brutal de llaves, es raro ver a MiSu adolorido, más si es por golpes y llaves, hay hasta un tope suicida entre medio, y MiSu está atrapado y no logra salir, debe recurrir a las cuerdas incluso, y encuentro muy genial, que en medio del dolor y el cansancio, que es bien evidente, MiSu se sigue viendo feliz, y lo enfocan y todo, se hace notar que está disfrutando luchar contra un rival tan bueno, con el que se encuentra forcejeando para lograr agarrarlo con la dormilona y no caer con una del rival, que sería humillante. Cuando finalmente lo logra, va de inmediato por el Piledriver y una serie de golpes a un moribundo Aoki sobre la lona, hasta que el árbitro opta por mejor terminar el combate, que fue genial, forcejeado, doloroso, de la lona al brawling, todo muy conectado y con ambos siempre buscando ganar, excelente lucha.
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