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Hace unos meses fue la despedida de Bryan Danielson, y recuerdo que hubo gente molesta porque terminó con una paliza de los rudos, sin abrazos y emoción como dicta lo convencional. Ya, eso no es NADA comparado a la despedida del Santo, que más encima, con el respeto que me merece Bryan, es una figura casi totémica, es un ícono pop que va más allá de nuestra imaginación, y aún así su lucha de retiro es una brawl demente que jamás se controla y que el Perro Aguayo usa para retar a un duelo de máscaras al Solitario, y de hecho, los rudos terminan literalmente celebrando en el ring, así finaliza la carrera del Santo, y es increíble. La lucha es violentísima, la primera caída los rudos la pierden luego de sacarle la máscara a Solitario, en medio de varias peleas a puñetazos ocurriendo simultáneamente dentro y fuera del ring, y lueg en la segunda caída, Solitario entra directo a asesinar a Perro Aguayo, lo que era previsible, y es genial ver a Solitario en modo sicópata, dejando al Perro sangrante, golpeándose por toda la arena, y hasta atreverse a ir a darle cara a los cuatro rudos solito en el ring. Es difícil describir más de la lucha aparte de la historia de Solitario, porque todo el resto son puñetazos y golpes con el poste, es increíble como toda ceremonia o referencia a la despedida del Santo desaparece bajo un baño de sangre y venganza y las ganas de ver como se resuelve este feudo. Espectacular.
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