Este fue el regreso de Nakamura a NXT, y necesitaba una lucha para establecer que estaba a buen nivel luego de la lesión como para retar a Roode, y Perkins fue el encargado de hacerlo. Las vueltas de la vida son muy extrañas, hace un par de años una lucha entre estos dos era un Dream Match imposible. No pensé que se iba a dar algo así en un show de NXT. ¿Veré algún día a Nakamura contra Kyle O’Reilly? Nada es imposible al parecer. La lucha claramente no es un Main Event ni nada, pero joder si no dieron todo en el ring para contar una historia maravillosa. Este debe ser el combate más Strong Style de Nakamura desde Zayn, sólo que acá el realismo lo hizo mediante rendiciones que se vieron legítimamente brígidas. TJ Perkins por fin se vio como un miembro de Catch Point en WWE, apuntando a la pierna de Nakamura con un llaveo que a ratos, gracias a las contrallaves de Nakamura, parecía sacado del Negro Navarro. Nakamura vendió excelente el dolor a su pierna, buscando el espacio para salirse de las llaves y contraatacar, pero el dolor siempre permitió que Perkins volviera a la zona. Nakamura intentó atacar a rodillazos pero producto del dolor cambió la estrategia a buscar un golpe de gracia repentino para atacar la lucha, ya sea un Arm Lock o una cobertura rápida. Tentaron un final así unas dos o tres veces, hasta que al final Nakamura ve el espacio para conectar dos rodillazos cuando Perkins ya no se los esperaba. El sentido de urgencia y la sensación de que se puede acabar en cualquier momento, el hecho de que cada movida sea importante y casi no haya espacio para lucirse es lo que para mí es el espíritu del Strong Style o al menos el tipo de lucha que hacía de Naka en NJPW. No me quejo para nada de lo que ha hecho Nakamura en NXT, pero una joyita de lucha técnica en medio de todo esto y contra alguien tan subvalorado como Perkins fue demasiado notable.
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