Si tuviese que recomendarle una lucha a alguien que NUNCA en su vida ha visto puroresu (lucha libre japonesa), sin duda alguna que sería esta. La historia es extremadamente simple y no necesita ninguna base sobre quienes son los luchadores, dos extranjeros que obviamente son malos y pesados porque vienen de otro país, contra dos japoneses que la gente ama con locura, y uno es más chiquitito así que claramente es el underdog contra el que los extranjeros intentan concentrar el castigo. Obviamente en el transcurso de la lucha Kikuchi logra doblegar a sus adversarios y darle el relevo al héroe nacional Kenta Kobashi para que emparejemos las cosas y la lucha termina en una ensalada llena de conteos de dos. Todo está TAN bien hecho, el público está TAN pero TAN requetecontra prendido, que se generó una sinergia que hace de esta una de las mejores luchas de todos los tiempos. A veces menos es más, y sólo con eso, una simple historia de un underdrog que doblega a sus rivales y el héroe que entra a salvar, logran hacer algo brillante por no decir lo mejor de la historia, los Can-Am son una máquina, sus suplex, sus ataques en pareja, lucen realmente como un tanque, estratégicos, fuertes, se ven imponentes por su habilidad y como los rivales a derrotar. Es de esas luchas que cualquiera puede decir que es su lucha favorita de todos los tiempos y es una opción super lógica, el ambiente es nuclear, y es lo básico de la lucha libre, sobreponerse a la adversidad y volver loco al público con eso. Emociona este combate.
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