Es raro decir esto, ya que la experiencia está del otro lado, pero Fénix llega casi a nivel de Dragon Lee en estas luchas, llenas de movidas devastadora e increíbles, pero donde aún así son capaces de evidenciar el daño que les provocan, y donde cada movida, por descriteriada que sea, se siente como un paso adelante para lograr noquear al rival, y no como seguir una coreografía. El inicio de la lucha tiene algunos vicios de PWG y su exagerada interacción con el público, pero al poco andar esto es un desfile de patadas, lucha aérea, y movidas que entierran al rival de cabeza. La forma de vender de ambos es bastante buena, necesitando de los esquineros y las cuerdas para ponerse de pie en toda la secuencia final de la lucha. Mucho mejor que todos los spotfest que vi de PWG el año pasado.
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