La segunda mitad del 2010, y luego el 2011 serían años de transición para WWE. Un año que había comenzado con Batista vs Cena como el feudo principal, fue dando de a poco paso a nuevas figuras en roles más protagónicos, como Sheamus, CM Punk y el Miz. Algunos perduraron y otros quedaron en el camino, como es el caso del bueno de Morrison, sin embargo esta lucha marca el inicio de su empuje en serio. El Miz había ganado el campeonato utilizando el maletín del MITB, y todo el mundo lo detestaba, pero ya había sobrevivido a Orton y a un subvalorado feudo con Jerry Lawler, por lo que una defensa en RAW contra Morrison podía ser fácilmente relleno, sin embargo no fue así. El combate tenía la estipulación de que las caídas valen donde sea, y creo que ese detalle fue usado de forma genial aquí, ya que el Miz hizo lo lógico, que era ir con Alex Riley a atacar de una, total no había DQ, sin embargo Morrison logró dominar a ambos en la primera parte de la lucha, de forma bastante creíble aprovechando los errores de sus rivales. El Miz se vio obligado a luchar sólo como hace tiempo no ocurría y complicó bastante a Morrison utilizando la escenografía y objetos a su favor, sin embargo un comeback de Morrison que le dio quizá su mayor pop con el público hasta ese punto, hizo que todos creyeran que el título podía cambiar de manos (partamos de la base que el título lo tenía el Miz, cualquier cosa era esperable). La secuencia final del combate es muy emocionante y la Starship Pain a la mesa es brutalmente estúpida. Este combate le daría credibilidad a Morrison como retador por un tiempo ya que llegó a ser Main Eventer en Extreme Rulz ese año, no obstante como ya sabemos el momentum no perduró, y gente como Alberto del Río, CM Punk y Daniel Bryan, se quedaron con el lugar que tenían Morrison y el Miz aquí, y sí, fue para mejor, pero creo que en parte cimentaron el camino para esepaso de antorcha.
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