Lucha estúpidamente violenta, donde cada golpe era digno de una indy tipo IWA-MS a principios de los 2000, realmente vimos a Jon Moxley y Castagnoli aquí, pegándose como si no importara llegar vivo a la siguiente fecha la próxima semana, antes que los luchadores indies se dieran cuenta que vivir de esto a largo plazo era una mejor opción. Demás está decir que Cesaro sacándose o enterrándose los dientes en sus propias encías le dio a esto un valor de drama que no tenía antes, con cada rendición siendo exponencialmente más brutal, ya que el efecto visual era notable. Las secuencias finales estuvieron muy buenas, la gente realmente creyó que Cesaro y Sheamus ganaban, y a juzgar por el contexto, la reacción habría sido apoteósica. Muy buena lucha.
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