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Esta es una de las mejores brawls realizadas en nuestro país, tuvo un toque vieja escuela y un ambiente increíble. Toro comenzó golpeando fuertísimo a KTF que sólo pudo emparejar la lucha llevándola al ringside. Ambos llevaron un ritmo relativamente pausado y vendiendo bien el dolor que causaba cada impacto, buscando de a poco el espacio para empezar a aplicar movidas. Pronto la lucha se fue a la punta del cerro, y se empezaron a dar por toda la arena. La lucha tiene un ambiente de brawl de los 80 o principios de los 90 ya que se van golpeando literalmente con lo que encuentran, lo que es mucho más agradable que las luchas hardcore con objetos especialmente ubicados en ciertos lugares para ciertos spots. Toro y KTF se golpearon con lo que había, aparte de las sillas y las paredes, fierros, tablas de pizarreño, basureros, lo que sea fue víctima de los instintos homicidas de estos dos, y KTF quedó sangrando al poco andar. El regreso al ring con ambos buscando su movida final y luego la rendición es el mejor pasaje de la lucha, con la gente gritando cada conteo de dos y apoyando a ambos. Finalmente se van a la zona de los relatores. También fue notable que llegaron ahí casi por casualidad luego de que KTF le reclamara a Raddon que hiciera algo respecto al árbitro noqueado que no vio la rendición de Toro. Finalmente con un suplex que destruye la mesa de transmisión y que evidencia la poca voluntad de llegar caminando a viejos por parte de ambos luchadores, Toro logra retener su título.
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