A la WWE le encanta bookear a Bryan más sufrido que Oshin. Obviamente esta lucha tenía que empezar con un ataque al pobre Bryan, para “lesionarlo” y que nos asustaran por enésima vez con que no lo veríamos luchar. Afortundamente volvió, en una lucha simple pero muy efectiva, básicamente Owens y Sami castigaron a Shane hasta que Bryan volvió de la lesión para lidiar con sus dos enemigos y llevarse la lucha. Owens y Sami estuvieron genial en su rol, primero como bully y luego sufriendo todo el vendaval de Bryan que les pegó todo lo que no ha podido pegar en un año. Notable el detalle de atacar a Shane directo en la diverticulitis. Shane, pese a unos horribles 2-3 minutos al comienzo donde luchó “de igual a igual” hizo bien su papel de ser destruído hasta que decide matarse con tal de emparejar las cosas, que es lo que mejor le sale. Entretenidísima lucha, lejos de ser lo que sería un Bryan vs Sami o Bryan vs Owens, fue más bien para alegrarnos de su regreso y darle una revancha a la gente. Me quedo feliz con aquello, todo bien aquí.
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