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Todos teníamos miedos de qué rayos haría WWE con el concepto de Ultimate Deletion. El universo creado por Matt era una situación demasiado particular de TNA tanto en cinematografía como personajes y riesgo de arruinar la credibilidad de la lucha libre (dentro de su mundo, claro), el cuál no sabíamos si la WWE iba a estar dispuesta a correr y de qué manera, sobre todo con antecedentes horrendos como la House of Horrors de Wyatt y Orton. Afortunadamente, todo salió bien. Esto fue una Ultimate Deletion con todas las de la ley, Wyatt llegó a la casa de Matt bajo la noche y asustado, y Matt usó todos sus trucos, los fuegos artificiales, el tractor, etc. Me gustó la “historia” que contaron en que Wyatt es un tipo tan enfermo que casi que complica a Matt en su terreno y estuvo cerca de dar vuelta esto, pero Matt tuvo que recurrir a todos sus amigos para mantener su supremacía en su hogar. De hecho, el final fue brillante en esto, ya que había mucho temor a si WWE iba a ocupar al resto de los personajes de este mundillo y fue genial ver intervenir a Vanguard, Senior Benjamin y Brother Nero al final, y como olvidar a Skarsgård. Notable también el respeto mostrado por parte de Matt a su rival en la derrota (y su desaparición absoluta, de acuerdo con el Señor Benjamin), lo que llevaría a la formación de su team. Me pregunto cómo habrá andado esto con los fans de WWE que tenían desconocimiento absoluto de esta locura, pero por mi parte creo que cumplió con ser un entretenidísimo combate, quizá un poquito mejor que la Final Deletion pero aún lejos del caos de la batalla de Tags. Tremenda obra de arte una vez más.
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