Lorcan tuvo varios clásicos de 5 minutos el año pasado en la TV de NXT pero aún estaba a la espera de su aparición en un TakeOver para que el mundo conociera lo genial que es. Uno de estos clásicos fue contra Burch, y de hecho su tag se formó por el respeto mutuo de ambos al felicitarse por ser dos pelados brígidos dispuestos y felices de sacarse cresta y media a combo limpio. Strong y Kyle nunca supieron a lo que se iban a enfrentar, toda su técnica, patadas, llaves y saltos se toparon ante dos pelados que les daba lo mismo estar sangrando mientras recibían los golpes y simplemente aceptaron todo y respondieron con puñetazos y más puñetazos sin importarles estar limitando su esperanza de vida por el castigo recibido. El resultado fue una brutalidad de golpes tras golpes y más golpes, donde hasta se dieron el lujo de jugar con la emoción cuando la intervención de Adam Cole no llevó al final y el árbitro lo expulsó y parecía que los calvos lograban dar un golpe a la cátedra, incluso la gente que casi no los conocía se dio vuelta y terminó apoyándolos pese a que finalmente la experiencia de los Undisputed pudo más, pero eso no impidió que nuestros viejos cascarrabias encontraran la victoria en la derrota y se llevaran una ovación de pie del público. Esto es todo lo que debería ser la lucha libre siempre, un despliegue de violencia que te hace pensar que tan loco o estúpido tiene que ser alguien para estar haciendo esto, sumado a la emoción y respeto del público por el espectáculo mostrado. Espectacular lucha.
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