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Nunca pensé que la mejor lucha del año, el 2018, la diera Aja Kong, pero aquí estamos. Qué fuerte contendora a la mejor luchadora de todos los tiempos, y que honor convivir con sus luchazas, incluso a sus ya casi 50 años. Esto es una obra de arte de la lucha técnica, el drama y la brutalidad. La lucha libre se trata de crear una performance, entre deportiva y teatral, que cuente la historia de un combate. Creo que lo maravilloso de la lucha, es que hay historias que sólo se pueden contar en un ring de lucha libre, los daños a las extremidades, la luchadora que se recupera con el apoyo del público, la que aguanta el dolor y ataca aún a riesgo de lesionarse, etc. Veo muchas luchas todos los años (obvio), y creo que esta es una de las performance mejor logradas, tiene todos los elementos que le pido a la lucha libre, en una historia que podría seguir cualquier persona, y genera una emoción superlativa.
La Kong es enorme y brutal, pero Shida tiene unos golpes bestiales y un talento innato para sacar llaves de la nada. Shida opta por la violencia al comienzo, buscando alguna opción contra la bestia que tiene enfrente, pero la Kong obviamente la supera y comienza a castigarle la pierna. Shida se recupera a punta de agilidad y comienza a devolverle la mano castigándole el brazo. Toda esta parte de la lucha es una excelente lucha técnica de parte de ambas.
La lucha da otra vuelta de tuerca cuando la Kong logra darle un Brainbuster en la rampa a Shida, sí, tal como se lee. El impacto es asesino y la lucha se vuelve suicida, con la Kong intentando cerrarlo y Shida resignada a que tendrá que sacrificar su rodilla para atacar a la Kong y buscar ganarle. Esto nos lleva a un desapego a la vida humana considerable, he visto muchos V-Trigger, he visto luchar a Necro Butcher, Minoru Suzuki, Kana, etc. pero los rodillazos que pega Shida deben ser de lo más brutal que he visto en un ring. Aja Kong empieza a sangrar de un lado del rostro y de la nariz y la visual es escalofriante, por otro lado, entierra de cabeza a Shida sin asco, y le da unos Uraken de miedo, también sacrificando su brazo adolorido.
Toda la extensa secuencia final es una obra de arte por si misma, porque todas las historias que contaron durante una lucha juegan un rol al final, Shida está dañada de la pierna, por lo que sus rodillazos la hacen retorcerse de dolor, a la Kong le pasa lo propio en el brazo cada vez que pega los Uraken, y además está el factor de que Shida puede caer KO por el dolor a la cabeza/cuello y la Kong por la pérdida de sangre. Todo esto vuelve la secuencia de trademarks de lado y lado y de conteos de dos en un duelo por quién tiene más resistencia al dolor y a la vez más resistencia física para aguantar lo que queda, no recuerdo un final más dramático desde Nigel vs Danielson. De hecho, todo se junta a la vez en la secuencia final final y es simplemente increíble. Esto fue increíble, esto fue un clásico instantáneo. Esta lucha es todo lo que debe ser la lucha libre, antes, ahora y siempre.
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